El teletrabajo consiste en la realización de las tareas en un lugar distinto al habitual, lo que implica la no presencia física del trabajador en la empresa a tiempo completo o parcial.
Esta forma de trabajo tiene como elemento fundamental las nuevas tecnologías para facilitar la comunicación entre el trabajador y sus responsables y que pueda desempeñar su cometido desde fuera de la empresa.
En España está regulado por El Estatuto de los Trabajadores en su Artículo 13, el "trabajo a distancia", por el acuerdo marco europeo sobre teletrabajo y por el Real Decreto Ley 6/2019 igualdad de trato y oportunidades entre mujeres y hombres. En ellos se establece:
• El trabajo a distancia se realizará en el domicilio del trabajador o en un lugar libremente elegido por este.
• El acuerdo para realizar teletrabajo tendrá que ser formalizado por escrito.
• Los trabajadores a distancia gozarán de los mismos derechos que el resto de trabajadores que ejercen sus funciones en el centro de trabajo. Derecha a desconexión.
• La empresa será la que proporcione a los trabajadores todos los medios necesarios para realizar sus funciones aunque da la posibilidad que el teletrabajador utilice su propio equipo.
• La empresa deberá cubrir los costos directamente originados por este trabajo, en particular los ligados a las comunicaciones aunque es un tema de negociación individual o colectiva y dependiendo si el trabajo se va a realizar de forma regular y continuada.
• Tendrán derecho "a una adecuada protección en materia de seguridad y salud resultando de aplicación, en todo caso, lo establecido en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales".
Según el informe TIC del Banco de España elaborado por Brindusa Anghel, Marianela Cozzolino y Aitor Lacuesta, de la Dirección General de Economía y Estadística, el porcentaje de ocupados que, al menos ocasionalmente, trabajan desde su residencia ascendía al 8,3 % en 2019, lo que representa un crecimiento de 2,4 puntos porcentuales desde 2009. Y según su análisis, estiman que el 30 % de los ocupados podría teletrabajar, al menos ocasionalmente.
Debido a la pandemia y al Real Decreto-Ley 15/2020 el porcentaje de teletrabajo llegó al 34% del total. Y según una encuesta de la agencia AxiCom revela que al 80% de los teletrabajadores les gusta el teletrabajo y el 93% quiere mantenerlo pese a la vuelta a la normalidad.
Las empresas tienen tres meses tras la finalización del estado de alarma para decidir continuar con el teletrabajo o no. Y El Ministerio de Trabajo prepara una norma para que el teletrabajo deje de ser una opción excepcional y se convierta en una normalidad en las empresas del país alcanzando al resto de países europeos más acostumbrados al teletrabajo.
Si nos centramos en las unidades de investigación clínica, creemos que es factible que el teletrabajo se pueda mantener si el centro proporciona herramientas como el acceso remoto por VPN haciendo accesible la historia clínica de los pacientes y las diferentes plataformas que se puedan utilizar para la entrada de datos en los Cuadernos de Recogida de Datos (CRD) y para la gestión de los EC. La pandemia ha demostrado que esto es posible como lo refleja que en la gran mayoría de centros no se han dejado de actualizar los CRDs, ni de evaluar nuevos protocolos, ni revisión y gestión de contratos y como tampoco de facturación ni pagos. Toda esta información la tendremos disponible en la encuesta que el grupo CICOM está realizando para conocer cómo ha afectado al día día a los profesionales de los Ensayos Clínicos.
Está claro que el teletrabajo los 5 días de la semana no es factible porque muchas de las funciones y responsabilidades de estos profesionales necesitan estar físicamente en el hospital pero uno o dos días a la semana para realizar las tareas que necesitan concentración y poca distracción como actualización de CRDs, resolución de queries, contratos, facturación,… podrían realizarse de forma más productiva en teletrabajo.
No olvidemos que esta nueva forma de trabajar ayudaría a la conciliación familiar, a reducir el tiempo de desplazamientos, … en definitiva ayudar a que el trabajador sea más feliz experimentando sensaciones positivas que pueden conducir al incremento de la creatividad, optimismo, motivación y en definitiva un aumento de productividad y de compromiso con la empresa consiguiendo una unidad más competitiva.
Otro de los problemas que el teletrabajo podría ayudar a reducir es el poco espacio físico que las unidades de investigación disponen, pudiendo incrementar entre un 20% y un 50% el personal. Si un centro quiere ser competitivo debe reducir los tiempos de iniciar un EC y los tiempos de entrada de los datos manteniendo la calidad de su trabajo.
Las personas que llevamos dedicándonos a EC desde hace muchos años hemos vivido cambios muy importantes que han ayudado a mejorar los EC y a reducir tiempos para que los nuevos tratamientos lleguen más rápidos a la población en general. No nos tiene que dar miedo la renovación y la utilización de las tecnologías.
Cuando creamos cambios depende de nosotros querer adoptarlos y usarlos, quizás no sea como pensábamos en un principio, pero no por ello tiene que ser forzosamente un desastre, Marie Curie realizó una reflexión “Nada en la vida debe ser temido, solamente debe ser comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para poder temer menos”.
El tiempo nos dirá que ha pasado con estos cambios y si se han establecido después de la terrible pandemia.