En EU, entre 1932 y 1972 se realizó El experimento Tuskegee. Se intentó comparar la evolución de la sífilis entre una muestra de 400 enfermos de raza negra y 200 individuos sanos. El tratamiento consistía en arsénico y bismuto, que era el tratamiento normal en aquella época.
Durante el desarrollo del ensayo se descubrieron los antibióticos (1947), pero los pacientes nunca fueron informados de la nueva alternativa de tratamiento. En 1972 se destapó el escándalo y el experimento fue prohibido.
La difusión de este y otros casos generó una repulsión en la sociedad estadounidense que se reflejó en la creación de una comisión presidencial para estudiar el marco ético y moral de los experimentos con sujetos humanos en el año 1974, la National Research Act, la que, en 1978 da a conocer el Reporte Belmont.
El Informe Belmont distinguió los límites entre lo que se considera práctica médica y lo que es investigación y estableció los principios básicos de:
• Respeto por las personas: principio de autonomía que tiene el Consentimiento Informado su máximo exponente.
• Principio de beneficencia: postulado ético con carácter imperativo que obliga a no hacer daño y maximizar el beneficio minimizando el daño posible.
• Justicia.